Consideraciones éticas al trabajar en las guarderías infantiles

Como trabajador de cuidado infantil, a menudo se puede sentir como si no estuviera siendo notado dentro de su comunidad. Y muchos padres no tendrán una buena comprensión de lo que sucede después de dejar a sus hijos en la puerta. Para ellos puede parecer una simple supervisión, pero el trabajo de un educador infantil es mucho más. Para ganarse el respeto, es muy importante que los trabajadores de cuidado infantil de todos los niveles mantengan un sentido de profesionalismo mientras trabajan en un centro. Aquí hay algunas prácticas a considerar en el lugar de trabajo.

Guarderías infantiles o centros de cuidado de niños

Sin malas palabras
Es bastante simple: no lo hagas. Lo último que desea es que el niño se vaya a casa con una palabra nueva en el vocabulario para compartir con mamá. Es muy importante no maldecir delante de los niños. Si maldices por accidente, trata de ocultarlo convirtiéndolo en una oración. Cuanto menos acentúes la palabra, es menos probable que lo noten.

Vestir apropiadamente
Algunos centros te proporcionarán un uniforme. Sin embargo, si no, es importante que se vista apropiadamente. Pruebe con jeans casuales o pantalones de chándal, combinados con una blusa holgada. Debes ser práctico y usar ropa cómoda que no te importe ensuciar. Participarás en una variedad de actividades desordenadas, es decir, pintar y jugar en la arena. Deja tus mejores outfits para el fin de semana. También es importante considerar cómo los padres pueden percibirlo y deben evitar cualquier cosa provocativa.

Sonreír
No lleves tu vida personal al centro. Si tuviste una pelea con tus padres o tu mejor amiga y estás molesto, no vengas a trabajar y te desquites con los niños. Pon una cara feliz y deja tus problemas en la puerta. Los niños no son ajenos a tus emociones y no te lo pondrán más fácil. Además, si los niños no pueden hacerte sonreír, es posible que estés en la profesión equivocada.

Menos charla
Cuando estás cerca de un montón de mujeres, es probable que haya mucha charla. En el cuidado de los niños durante todo el día, no hay tiempo para charlas. Deberías pasar ese tiempo comprometiéndote con los niños. Los padres no te pagan para socializar.

No lo tomes como algo personal
Cuando te critican en el trabajo, a veces es fácil tomarlo como algo personal o guardar rencor a tus compañeros. La mayoría de las veces, su colega le dará buenos consejos y debe tener la mente abierta a estos comentarios. Si estás haciendo algo mal, ¿no te gustaría saberlo en lugar de seguir haciéndolo mal? Cuando trabajamos en un entorno de equipo, debemos estar abiertos a todos los pensamientos, ideas y sugerencias.

Trabajar eficientemente
Trabajar en una guardería implica incursionar en un montón de tareas diferentes. Hay mucho por hacer, por lo que es esencial que trabaje de manera eficiente. Si hay juguetes en el piso, ayude a los niños a ordenarlos. Si hay pintura en la mesa, límpiela. No lo dejes para otra persona. Siempre debe estar en movimiento y pensando en qué hacer a continuación. No hay tiempo para sentarse. Ser eficiente es una gran cualidad personal a desarrollar.

Salud y Seguridad
Trabajar en una guardería supondrá un contacto regular con un gran número de niños. Por lo tanto, es importante que permanezca seguro y saludable. Si no te sientes bien, tómate el día libre. Los errores se propagan fácilmente, y lo que viene, se va. También hay mucho que levantar y agacharse en un rol de cuidado de niños, por lo que es importante cuidar su espalda. Una lesión en la espalda podría dejarlo sin trabajo durante varios meses y afectar potencialmente el resto de su carrera de cuidado de niños. Por último, esté atento a los peligros. Los accidentes ocurren todos los días, así que recuerda limpiar cualquier escena peligrosa antes de que alguien se lastime.

Sentido común
Después de estar en su trabajo de cuidado de niños durante un par de meses, debe tener un conocimiento sólido sobre lo que se debe hacer cada día. Es importante usar el sentido común cuando se trabaja con niños. Si no le han dicho qué hacer, use su iniciativa para averiguar qué debe hacerse. Aplique el sentido común al manejar una situación o, al menos, infórmele al líder de su sala. No espere a que le digan qué hacer.