¿Que es la integridad como valor ético en el trabajo?

La integridad es la cualidad de tener sólidos principios éticos que se siguen en todo momento. La honestidad y la confianza son fundamentales para la integridad, al igual que la coherencia. Una persona con integridad demuestra sólidos principios morales y éticos y hace lo correcto, sin importar quién esté mirando. La integridad es la base sobre la cual los compañeros de trabajo construyen relaciones y confianza, y es uno de los valores fundamentales que los empleadores buscan en los empleados que contratan. Tener integridad significa que una persona es consciente de sí misma, responsable y veraz, y que sus acciones son internamente coherentes.

Integridad como valor en el trabajo

Las personas que demuestran integridad atraen a los demás porque son dignas de confianza y confiables. Como empleados, tienen principios y puede contar con ellos para que se comporten de manera honorable. Estos son algunos ejemplos de cómo las personas pueden reflejar diferentes facetas de la integridad en el lugar de trabajo.

Beneficios de la integridad

Una fuerza de trabajo compuesta por personas con integridad es aquella en la que puede confiar en que el personal se desempeñe lo mejor que pueda. No comprometen sus ideales, no toman atajos, no hacen trampa ni mienten. Se comportan de acuerdo con un código de valores internamente coherente.

La integridad en los negocios puede fortalecer las relaciones con proveedores y clientes porque pueden confiar en que cumplirá sus promesas y actuará con honor si algo sale mal. La corrupción, que puede provocar escándalos y sacudir la reputación de una corporación, es incompatible con la integridad.

Discutir regularmente los dilemas de integridad con sus empleados les da la oportunidad de conocer sus expectativas y también ayuda a desarrollar una cultura de integridad en el lugar de trabajo.

De alguna manera, las declaraciones de valores sobre la integridad pretenden recordarnos que la integridad no es solo una responsabilidad corporativa, sino también personal. Si es gerente, puede aplicar estos valores al reservar tiempo con su equipo para compartir dilemas y opciones de integridad y discutir el pensamiento detrás de las decisiones de los individuos. Asegúrese de que estas reuniones se lleven a cabo en un entorno «seguro», donde las personas puedan compartir abiertamente sus pensamientos. Si mantiene estas discusiones con regularidad, gradualmente irá más allá de las racionalizaciones y desarrollará definiciones más comunes de lo que es aceptable y lo que no, que es la esencia de una cultura de integridad.

¿Cuál es su experiencia al hacer que la integridad sea más que una simple palabra en la declaración de misión de su empresa?